”Como beneficiario de la Fundación Li Tim-Oi, agradezco el apoyo de la Fundación a mi formación teológica. Tu intervención fue en el momento adecuado y me ha visto cambiar. Anteriormente trabajé como evangelista laico en mi iglesia con poca comprensión teológica de la misión que tenía por delante a la que el buen Dios me había llamado. Después de estudiar el curso de BD en la Universidad de St. Paul, Limuru, adquirí una comprensión bastante sustancial del llamado que el Señor me había llamado a servir en Su iglesia. Vengo de un trasfondo cultural donde el ministerio de mujeres en la iglesia no cuenta con el apoyo total. A medida que la lucha continúa demostrando que las mujeres, como sus homólogos, los hombres, pueden servir en la iglesia, el Señor Dios, que me llamó a su viña, está demostrando que él es tanto el Dios de las mujeres como los hombres siervos de su iglesia.

Me nombraron diácono después de completar mis estudios en St. Paul's. Al año siguiente fui sacerdote y ahora sirvo a Dios como sacerdote en mi diócesis, que está dominada por sacerdotes varones. Doy gracias a Dios por el obispo de ACK de Machakos, Rt. Rev. Joseph M. Kanuku, y el sínodo diocesano por permitir que mujeres capacitadas sean ordenadas y sirvan en parroquias como sacerdotes.

Les pido que oren por las siervas de la iglesia, para que el Dios Todopoderoso, que nos llama, esté siempre con las mujeres sacerdotes y pastores y las vea triunfar para que Su reino continúe creciendo ”.